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Viernes, 21 de junio de 2019

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san Luis Gonzaga


2 Corintios 11:18, 21-30
Salmos 34:2-7
Mateo 6:19-23

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Reflexiones Similares

necio empieza con "n"

"Vuelvo a hablar como un necio" (2 Corintios 11:23).

San Pablo estableció la iglesia en Corinto. Después de que dejó Corinto, varios apósteles pasaron por el pueblo. Estos predicadores ambulantes formaron sus propios ministerios (y sus billeteras) llamando la atención a sus propias credenciales "impresionantes" en vez de señalar a Jesús. Ellos compararon a Pablo desfavorablemente con ellos mismos, desautorizando su lugar como padre de la iglesia en Corinto. Más importante que los ojos de Pablo, ellos estaban desautorizando el evangelio verdadero y conduciendo al pueblo lejos del Señor (2 Co 11:3ss).

Los corintios, en su estupidez, exigieron que Pablo "validará" su apostolado. En la primera lectura de hoy, Pablo baja irónicamente al nivel de ellos para defender el evangelio que él predicó. Pablo habla en primera persona muchas veces en estos versículos. Para Pablo, este énfasis en él mismo es ser como un "necio" (2 Co 11:23). Ser necio es estar completamente fuera del contacto con la realidad. La definitiva realidad es que Jesús es Señor de la tierra y el cielo (1 Co 12:3). Todo en el cielo se centra en Él (ver Ap 4:8ss). Los ángeles se centran en Él (Jn 1:51). Al igual que esto, la tierra, puesto que pertenece a Dios (Sal 24:1), fue creada para girar alrededor del Hijo.

A mi madre le gustaba el dicho, "La tierra no gira alrededor de ti". Para Pablo, esto es el comienzo de la cordura. Cuando sacamos nuestros ojos del "yo" y los fijamos en Jesús (ver Heb 12:2), nuestros ojos son buenos (Mt 6:22) y somos cuerdos.

Renuncia al "Yo" (ver Lc 9:23). Vive por Jesús (2 Co 5:15).

Oración:  Padre, gozaré de la dulzura del Señor todos los días de mi vida (Sal 27:4).

Promesa:  "Miren hacia Él y quedarán resplandecientes, y sus rostros no se avergonzarán" (Sal 34:6).

Alabanza:  San Luis Gonzaga fue llamado a una vida fiel a Jesús a los siete años. Aunque tenía un lugar en la corte de Felipe II, fue Jesuita, atendió a los enfermos, se enfermó él mismo y murió a los veinte tres años.

Referencia:  (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 12 de diciembre de 2018

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