la escucha fuerte
“Habla, Señor, porque tu servidor escucha” (1 Samuel 3:9).
Para nosotros es sumamente importante escuchar a Dios. El Señor ha prometido: “Si hubieran asistido a mi consejo, habrían proclamado Mis palabras a Mi pueblo, lo habrían hecho volver de su mal camino y de la maldad de sus acciones” (Jer 23:22). Al escuchar a Dios, podemos cambiar el mundo, porque Su palabra es “viva y eficaz” (Heb 4:12).
Sin embargo, nos resulta extremadamente difícil escuchar a Dios debido a:
- nuestra naturaleza caída,
- que muchos de nosotros “no conocemos al Señor” (ver 1 Sm 3:7),
- que “la palabra del Señor” es “rara y la visión no es frecuente” en nuestra cultura de muerte (ver 1 Sm 3:1), y
- que incluso los líderes de la Iglesia son susceptibles de estar espiritualmente dormidos y ciegos, de modo que no nos ayudan (ver 1 Sm 3:2).
Sin embargo, el Señor se comunicó con Samuel y de esa manera convirtió a “todo Israel” (1 Sm 7:2). Aunque podamos estar tan confundidos como el niño Samuel, el Señor en Su misericordia continúa abriendo los oídos de los espiritualmente sordos. Hay esperanza no solo porque Dios habla, sino también porque Él elimina los muchos y formidables obstáculos para escucharlo.
Por lo tanto, si no escuchas a Dios, admítelo. Arrepiéntete de tu parte en esto. Obtén toda la ayuda que puedas de la Iglesia. Pídele a Dios que te hable. Lee las enseñanzas de la Iglesia, especialmente las Escrituras. Mantente en silencio. Simplifica tu vida. Trata de escuchar a Dios. Dios hablará a tu corazón en “el rumor de una brisa suave” (1 Re 19:12).
Oración: Padre, abre mis oídos para que pueda escuchar.
Promesa: Jesús “fue predicando en las sinagogas de toda la Galilea y expulsando demonios” (Mc 1:39).
Alabanza: Con frecuencia Melania había dejado la televisión prendida para llenar el vacío silencioso en su casa. Cuando Jesús llegó a su vida con mayor plenitud, apagó su televisión y encontró paz y consuelo solo en Su presencia
Referencia:
Rescripto: Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de diciembre de 2025 al 31 de enero de 2026. Otorgado el 25 de junio de 2025. Reverendo Steve J. Angi, Canciller y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, Ohio
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.
