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Jueves, 14 de agosto de 2025

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san Maximiliano María Kolbe


Josué 3:7-11, 13-17
Salmos 114:1-6
Mateo 18:21--19:1

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camino a la tierra prometida por el perdón

“Las aguas detuvieron su curso: las que venían de arriba se amontonaron a una gran distancia…” (Josué 3:16).

   En la primera lectura de la Misa de hoy, el pueblo de Dios finalmente pisó la Tierra Prometida por primera vez (Jos 3:17). Finalmente, estaban libres de la esclavitud en Egipto. Sin embargo, fue más fácil para Dios sacar al pueblo de Egipto que sacar al pueblo de la esclavitud de Egipto. Para lograrlo fue necesaria la venida de Jesús a la tierra, Su pasión, muerte y resurrección.

   Una de las razones por las que fue tan difícil liberar al pueblo de la esclavitud de Egipto es la falta de perdón. La falta de perdón es un obstáculo que hacemos nosotros y que acumula en nuestro interior un estanque de torturas (ver Mt 18:34), como la amargura, la malicia y el odio. Bloqueadas por la represa de la falta de perdón, no pueden escapar de nuestro interior.

   Perdonar de corazón, una decisión de la voluntad es lo que nos libera de “la esclavitud de Egipto”. Los efectos de los “verdugos” se liberan (Mt 18:34) por nuestro perdón sincero; las aguas que dan vida fluyen libremente de nuevo en nuestras vidas. El “sedimento” del odio y la rabia (ver Gál 5:19-21) fluye fuera de nuestras vidas. Cuando perdonamos de corazón, la represa que bloquea estas torturas se rompe, y entramos en la libertad de la Tierra Prometida. Sin embargo, si elegimos persistir en la falta de perdón, mantenemos la represa en su lugar. De ese modo, pasamos de estar represados ​​a simplemente condenados, porque el Padre nos tratará como hemos tratado a los demás (Mt 18:35). Hoy decide perdonar de corazón. Entra en la libertad de la Tierra Prometida.

Oración:  Señor Jesús, obra Tus milagros de perdón. Llévanos a nosotros y a las personas a quienes ministramos a Tu tierra prometida.

Promesa:  “Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos” (Mt 18:35).

Alabanza:  La celosa devoción de san Maximiliano a Jesús y María le dio la fuerza para soportar el trabajo duro, la crueldad y el martirio.

Referencia:  (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).

Rescripto:  Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de agosto al 2025 30 de septiembre de 2025. Otorgado el 8 de enero de 2025. Reverendo Steve J. Angi, Canciller y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, Ohio

El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.