palabra dentro, palabra fuera
“Felices más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la practican” (Lucas 11:28).
Dios habla y la Palabra que sale de su boca realiza cosas: creación, milagros, conversiones y mucho más. La Palabra de Dios es viva y traspasa corazones (Heb 4:12). La Palabra de Dios cumple sus propósitos (ver Is 55:11).
Nuestras palabras también realizan cosas. Nuestras palabras salen de lo más profundo de nuestro corazón y tienen poder para obrar el bien o el mal. Edifican a las personas o las destrozan. Con nuestras palabras podemos sembrar justicia, paz, amor, generosidad, compasión, perdón y aliento. Alternativamente, con nuestras palabras podemos sembrar malos frutos como: amargura, furia, condenación y falta de perdón. “El hombre bueno saca el bien del tesoro de bondad que tiene en su corazón. El malo saca el mal de maldad, porque de la abundancia del corazón habla la boca” (Lc 6:45).
Como nuestras palabras salen de nuestro corazón, debemos permitir que el Señor purifique nuestro corazón para que dé el buen fruto que Él espera (ver Jn 15:8, 16). La Palabra de Dios es el agente perfecto para limpiar el corazón (ver Jn 15:3). Nuestro desafío, entonces, es llenar regularmente nuestro corazón con la Palabra de Dios y así darle a nuestro corazón un baño diario en la Palabra de Dios (Ef 5:26). Nuestra lengua materna se convertirá entonces en “Escritura” y nuestras palabras producirán mucho buen fruto. Así seremos capaces de “escuchar la Palabra de Dios y practicarla” (ver Lc 11:28).
Oración: Padre, lléname de un deseo cada vez más profundo de hacer de Tu Palabra mi hogar (Jn 8:31). Enséñame “qué decir y anunciar” (Jn 12:49).
Promesa: “Alégrense, justos, en el Señor y alaben Su santo nombre” (Sal 97:12).
Alabanza: Al Papa san Juan XXIII se le atribuye haber salvado las vidas de muchos judíos mientras se desempeñaba como arzobispo en Grecia durante la Segunda Guerra Mundial
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de octubre al 30 de noviembre de 2025. Otorgado el 18 de junio de 2025. Reverendo Steve J. Angi, Canciller y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, Ohio
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.
