< <  

Sábado, 7 de junio de 2014

  > >

Novena de Pentecostés - Día 9


Hechos 28:16-20, 30-31
Salmos 11:4-5, 7
Juan 21:20-25

Ver Lecturas en Inglés
Reflexiones Similares

hechos de los apostoles

"Tú sígueme" (Juan 21:22).

Hoy, en el último día de nuestra novena al Espíritu Santo y el penúltimo día del Tiempo de Pascua, leemos las últimas palabras de los Hechos de los Apóstoles y el Evangelio de san Juan. Que hoy sea la última vez que nos neguemos a actuar de acuerdo con los mandamientos de Dios.

Cuando el Señor nos manda a seguirlo hasta el Calvario, Él no quiere que nos demos la vuelta y le preguntemos: "Señor, ¿y qué será de este?" (Jn 21:21). El Señor no quiere que nos comparemos con otros. Además, el Señor no quiere que nos demoremos en seguir sus mandamientos, porque tenemos muchos problemas. Por ejemplo, "[Pablo] proclamando el Reino de Dios, y enseñando con toda libertad y sin encontrar ningún obstáculo, lo concerniente al Señor Jesucristo" (Hch 28:31). San Pablo actuó por orden del Señor a pesar de que estaba en una ciudad desconocida, bajo arresto domiciliario, esperando juicio ante el emperador romano, y rechazado por muchos judíos romanos (Hch 28:16, 19, 24). Pablo tenía un montón de problemas y excusas para no actuar, pero obedeció al Señor.

Cuando recibimos el Espíritu Santo, nosotros también nos unimos a los "hechos de los apóstoles". No cuestionamos a Dios, ni nos comparamos con los demás, o nos estancamos en nuestros problemas. Actuamos. A partir de hoy, que podamos siempre actuar con rapidez en los mandamientos de Dios. Que hoy sea el inicio de nuestros actos ininterrumpidos para el Señor.

Oración:  Padre, en este último día de la novena al Espíritu Santo, que pueda fijar mis ojos en Jesús y obedecer cada uno de sus mandatos.

Promesa:  "Jesús hizo también muchas otras cosas. Si se las relata detalladamente, pienso que no bastaría todo el mundo para contener los libros que se escribirían" (Jn 21:25).

Alabanza:  Ted, un ciudadano de un país ateo, fue amenazado de muerte por el gobierno porque él les predicaba el Evangelio. En respuesta a esta amenaza, Ted pidió ser asesinado por Jesús, para que su testimonio fuera más eficaz. El gobierno le dejó libre. Reanudó su predicación con mayor fervor.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 1 de abril de 2014

El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.