¿intimidad o blasfemia?
"Les aseguro que todo será perdonado a los hombres: todos los pecados y cualquier blasfemia que profieran. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón jamás: es culpable de pecado para siempre" (Marcos 3:28-29).
El Espíritu Santo es representado como una paloma, símbolo de Israel (Sal 74:19), creación renovada (Gn 8:11ss), paz y amor (Can 5:2). El Espíritu Santo conoce las profundidades de Dios (1 Cor 2:11) y lo más profundo de nuestros corazones, que clama ¡Abba! (¡Padre!) (Gal 4:6). El Espíritu vive dentro de nuestros cuerpos tal su templo (1 Cor 6:19) y es el espíritu de la verdad (Jn 14:17), es decir, del verdadero y fiel amor. Podemos tener una relación verdadera, profunda, tierna, e íntima con el Espíritu.
Por otra parte, podemos rechazar la intimidad con el Espíritu y maltratarlo por blasfemar (Mc 3:29), herirle (Efe 4:30; Es 63:10), extinguirle (1 TS 5:19), insultarle (Heb 10:29) y "siempre oponerse" a Él (Hch 7:51). Podemos mentir al Espíritu (Hch 5:3) y aún desalojar lo del templo de nuestros cuerpos al "devastar" su templo cometiendo pecado mortal.
En nuestra relación con el Espíritu Santo, tendemos a irnos a los extremos, desde la ternura dócil y la intimidad a un rechazo brutal, violento y blasfemo. Dejemos nuestro abuso del Espíritu Santo. Amemos el Espíritu, quien es el Amor mismo (1 Jn 4:16).
Oración: Espíritu Santo, eres todo el Amor que necesitaremos. Enséñame a amarte.
Promesa: "Así David se iba engrandeciendo cada vez más, y el Señor, el Dios de los ejércitos, estaba con él" (2 Sam 5:10).
Alabanza: Los padres de santa Ángela con su hermana mayor murieron cuando ella era una joven adolescente. Ángela entonces dedicó su vida a discipular y cuidar a las niñas atribuladas.
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro de nuestro equipo editorial).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 19 de julio de 2013
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