humillación
“Después de ser maltratados e insultados en Filipos, como ya saben, Dios nos dio la audacia necesaria para anunciarles su Buena Noticia en medio de un penoso combate” (1 Tesalonicenses 2:2).
Cuando acabamos de ser humillados, tendemos a centrarnos en nosotros mismos, a ser implacables y resentidos, a lamernos las heridas y/o a hacer una fiesta de lástima. Sin embargo, ese tiempo de humillación puede ser justo el momento adecuado para proclamar el Evangelio. La humillación que sufrimos puede haber sido una maniobra defensiva del diablo para tratar de impedir que recibamos una efusión excepcional de la gracia de Dios. Cuando somos humillados, no debemos retroceder, sino seguir adelante (ver Stg 1:2-3).
Por ejemplo, cuando Pablo fue humillado, golpeado, sacado a rastras de Listra y dado por muerto, “se levantó y… regresó a la ciudad” (Hch 14:19-20). Cuando Pablo y Silas fueron arrestados, desnudados, azotados y les encadenaron por sus pies a una estaca, no se callaron ni se cerraron, sino que oraron y cantaron al Señor (Hch 16:19-25). Al poco tiempo, un terremoto sacudió la prisión, y Pablo y Silas convirtieron al carcelero y a su familia al Señor (Hch 16:33). Después de la humillación final de Jesús en el Calvario, Él tuvo la victoria final de la Resurrección de entre los muertos (ver Mt 28:5-6).
La humillación no siempre es una mala señal. A menudo precede a las mayores obras de Dios en nuestras vidas, si tan solo respondiéramos a Dios y no a la experiencia momentánea de la humillación.
Oración: Padre, que por la fe te permita convertir mi humillación en bien (Rom 8:28).
Promesa: “Limpia primero la copa por dentro, y así también quedará limpia por fuera” (Mt 23:26).
Alabanza: Frank fue criado por padres ateos. De adolescente, se topó con una cadena de televisión católica, algo totalmente nuevo para él. Empezó a ver programas católicos cuando sus padres no estaban en casa. En el instituto, leyó tres veces el Catecismo de la Iglesia Católica. Ahora es sacerdote católico.
Referencia:
Rescripto: Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de agosto al 2025 30 de septiembre de 2025. Otorgado el 8 de enero de 2025. Reverendo Steve J. Angi, Canciller y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, Ohio
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.