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Viernes, 20 de julio de 2018

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san Apolinar


Isaías 38:1-6, 21-22, 7-8
Isaías 38:10-12, 16
Mateo 12:1-8

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aceleración

"Yo te sanaré: dentro de tres días subirás al templo del Señor. Yo añadiré quince años a tu vida" (Isaías 38:5).

El Señor Jesús, Señor de Señores, es el dueño del tiempo. Él puede agregar tiempo a nuestra vida aquí en la tierra. Él aumentó quince años a la vida del profeta Ezequías. El Señor Jesús puede detener el tiempo, como lo hizo por Josué durante un día entero (Jos 10:13). El Señor, puede verdaderamente, multiplicar el tiempo, como Él multiplicó los panes y los peces. Admirablemente, el Señor puede echar el tiempo hacia atrás, como cuando el sol marchó hacia atrás como una señal para Ezequías (Is 38:8). El Señor también nos ha dado el poder de "acelerar" el tiempo de su venida al final de los tiempos (2 Pe 3:12). Esto se logra por medio de nuestro arrepentimiento, evangelización, crecimiento en santidad, y cuando oramos los unos por los otros.

La labor del Señor es agregar, detener, multiplicar, o devolver el tiempo. Sin embargo, nosotros no tenemos que preocuparnos por esto, porque ya estamos en modo "aceleración". Por lo tanto, "Este es el tiempo favorable, este es el día de la salvación" (2 Co 6:2).

¡Maranatha! "Ven, señor Jesús"— ahora o lo más pronto posible (Ap 22:20).

Oración:  Jesús, Tú estás siempre a tiempo. ¡Ven Señor Jesús!

Promesa:  "Porque el Hijo del Hombre es dueño del sábado" (Mt 12:8).

Alabanza:  San Apolinar oraba por la libertad religiosa para los cristianos perseguidos en el siglo segundo.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 28 de diciembre de 2017.

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