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Domingo, 6 de agosto de 2017

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La Transfiguración


Daniel 7:9-10, 13-14
2 Pedro 1:16-19
Salmos 97:1-2, 5-6, 9
Mateo 17:1-9

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bombas fuera

"Un río de fuego brotaba y corría delante de él" (Daniel 7:10).

Cuando Jesús se transfiguró, "desde la nube se oyó entonces una voz que decía: Este es mi Hijo, el Elegido, escúchenlo" (Lc 9:35). Sin embargo, los apóstoles no escucharon a Jesús, especialmente en relación con Su muerte en la cruz y Su resurrección. Incluso después de que Jesús murió y resucitó, ellos no lo escucharon. Jesús sabía que esto sucedería. Concluyó una de sus parábolas con la declaración: "si no escuchan a Moisés y a los Profetas, aunque resucite alguno de entre los muertos, tampoco se convencerán" (Lc 16:31). Después de la Ascensión de Jesús, los apóstoles permanecieron en Jerusalén y escucharon a Jesús y al fin fueron bautizados con el Espíritu Santo (Hch 1:4-5). En este primer Día de Pentecostés cristiano, recibieron el poder del Espíritu Santo (Hch 1:8). Una bomba espiritual explotó. Su dureza de corazón y su dureza de escuchar se combinaron. A partir de este momento, los apóstoles escucharon a Jesús.

En este día, recordamos con tristeza el bombardeo atómico de Hiroshima. Del mismo modo, la transfiguración de Jesús fue un comienzo para reunir una "masa crítica" de material espiritualmente explosivo. Esta bomba explotó en Pentecostés. La bomba de Pentecostés nos hace escuchar a Jesús. Otras bombas hacen que pongamos las manos sobre nuestros oídos (ver Hch 7:57) y no escuchar. Escoge tu bomba.

Oración:  Padre, que durante este año, explote la bomba de Pentecostés.

Promesa:  "Así hemos visto confirmada la palabra de los profetas, y ustedes hacen bien en prestar atención a ella, como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro hasta que despunte el día y aparezca el lucero de la mañana en sus corazones" (2 Pe 1:19).

Alabanza:  Alabado sea Jesús, transfigurado en la gloria, la "luz del mundo" (Jn 8:12), que brilla en radiante esplendor.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 15 de mayo de 2017.

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