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Lunes, 18 de mayo de 2015

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Papa san Juan I
Novena de Pentecostés - Día 4


Hechos 19:1-8
Salmos 68:2-7
Juan 16:29-33

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tu confesion de pentecostés

"Pablo les impuso las manos, y descendió sobre ellos el Espíritu Santo. Entonces comenzaron a hablar en distintas lenguas y a profetizar. Eran en total unos doce hombres" (Hechos 19:6-7).

Los doce hombres de Éfeso de buena gana dieron sus vidas a Jesús y recibieron el Espíritu Santo porque habían recibido el don del arrepentimiento a través de Juan (ver Hch19:3-4). En el primer pentecostés cristiano, Pedro pidió a la gente que se arrepintieran para recibir el Espíritu Santo (Hch 2:38). En el atardecer del día en que Jesús resucitó de entre los muertos, Jesús mandó a sus Apóstoles recibir el Espíritu Santo (Jn 20:22). Luego les delegó el perdonar los pecados en su nombre (Jn 20:23), Jesús resucitado dejó en claro que el bautismo de arrepentimiento acompaña el bautismo en el Espíritu (ver Mc 1:4, 8).

En este cuarto día de la Novena de Pentecostés, prepárate para ir a confesarte tan pronto como sea posible. Una de las primeras obras del Espíritu es la de hacernos conscientes de nuestros pecados (Jn 16:8). Si respondemos a esta gracia arrepentidos, abrimos la puerta a la increíble obra del Espíritu Santo. Ambas cosas son un privilegio y una necesidad para nosotros. Recuerda que cuando una persona se arrepiente, todos en el Cielo, incluyendo el Espíritu Santo, se regocijan (Lc 15:7). Arrepiéntete. Dale a Dios alegría. Recibe el Espíritu Santo.

Oración:  Padre, que el pecado quede sin dominio sobre mí (ver Heb 12:1).

Promesa:  "En el mundo tendrán que sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo."(Jn 16:33).

Alabanza:  El Papa san Juan I predicó el amor Incluso a los Arrianos heréticos y murió de hambre durante su encarcelamiento por "traición". "¡Felices ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán saciados!"(Lc 6:20-21).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 1 de abril de 2015

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