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Miércoles, 6 de marzo de 2013

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Deuteronomio 4:1, 5-9
Salmo 147:12-13,15-16,19-20
Mateo 5:17-19

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estudio de la biblia a diario

"Tengan bien presente que ha sido el Señor, mi Dios, el que me ordenó enseñarles los preceptos y las leyes que ustedes deberán cumplir" (Deuteronomio 4:5).

El Señor nos manda escuchar, a recordar y a observar cuidadosamente Su palabra (ver Dt 4:1, 9, 6). Nos toca obedecer aún los detalles más pequeños de la letra de la Ley (Mt 5:18ss). Esto supone que conocemos la Palabra de Dios no sólo de forma general, pero en sus detalles. No es posible obedecer las cosas pequeñas, si no conocemos la Palabra de Dios en detalle. Para cumplir con la Palabra de Dios, primero debemos escucharla (Sgo 1:22).

No es que el Señor nos llame necesariamente para ser estudiosos de las Escrituras. Nuestra obediencia no depende de nuestra inteligencia ni de nuestra educación. El Señor simplemente nos llama a conocer Su palabra lo mejor que podamos. Debemos estudiar las Escrituras, cada día, al menos por unos minutos (Hch 17:11). A través del estudio diario de la Biblia, iremos construyendo un rico tesoro de sabiduría bíblica y de verdad. Así, conoceremos mejor lo que el Señor espera de nosotros y seremos capaces de obedecerle. El Día del Juicio, el Señor no nos preguntará cuánto de la Biblia conocemos, pero cuánto hemos querido conocer. Lo único que nos pide es nuestro mejor esfuerzo. Entonces pues, arrepiéntete de tu pobre y limitado esfuerzo y pide a Dios la gracia para estudiar la Biblia a diario y cumplir con la Palabra que ya conoces.

Oración:  Padre, que por Tu gracia, pueda estudiar la Biblia a diario; desde hoy hasta el día en que me muera o que Tu Hijo vuelva.

Promesa:  "El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos" (Mt 5:19).

Alabanza:  La semana después que Ken y Cleve recibieran el bautismo del Espíritu Santo, mediante una oración de petición, ellos descubrieron que tenían una nueva capacidad de entender las escrituras.

Referencia:  (Esta enseñanza fue presentada por un miembro de nuestro equipo editorial)

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 27 de septiembre de 2012

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