de la oscuridad a la luz
"El que obra conforme a la verdad se acerca a la luz, para que se ponga de manifiesto que sus obras han sido hechas en Dios" (Juan 3:21).
Cuando los apóstoles eran puestos en libertad y salían de la cárcel no huían para salvar sus vidas de un peligro futuro o problemas legales. Al contrario, ellos ponían su confianza en Dios y obedecían su orden de enseñar en el templo (Hch 5:20-21). Muchos escucharon la Buena Nueva como resultado de su fe obediente y su confianza en Dios.
Pablo y Silas fueron puestos en libertad (Hch 16:26), pero ellos no huyeron tratando de salvarse de un peligro futuro. En lugar de eso, ellos pusieron su confianza en Dios y obedecieron Su mandato de llevar la Buena Nueva a su carcelero y su familia (Hch 16:31ss). Si hubieran huido, se habría quedado un carcelero muerto, una esposa y su familia afligida y llagas sin atender en los cuerpos de Pablo y Silas. Pero al tomar su lugar y enseñar la Buena Nueva, hubo un carcelero salvo, una familia salva (Hch 16:31-34) y una nueva iglesia formada en Filipos, lo cual generó la carta a los Filipenses. Pablo y Silas sabían que Jesús era su Salvador, así que confiaron en Su ayuda salvífica e hicieron realidad Sus deseos, en lugar de huir para "salvarse ellos mismos".
¿Dónde estás en peligro? ¿Estás siendo llamado por Jesús para mantenerte firme en medio del peligro presente y confiar en Él como tu Salvador? ¿Te está llamando para tomar tu lugar y anunciar la Buena Nueva? (Hch 5:20)
Oración: Jesús, no permitas que vivamos para nosotros mismos, sino para Ti. (2 Co 5:15; Gal 2:20).
Promesa: "Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en Él no muera, sino que tenga Vida eterna" (Jn 3:16).
Alabanza: Cuando san Estanislao predicaba, cambiaba corazones. Con amor se hizo cargo de su diócesis y de su hermano, el rey, quien lo mandó asesinar.
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 11 de octubre de 2017.
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