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Jueves, 15 de agosto de 2013

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Fiesta de la Asunción


Apocalipsis 11,19; 12,1-6, 45,10
1Corintios 15,20-27
Salmos 45,10-12, 16
Lucas 1,39-56

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Reflexiones Similares

lecciones de vuelo

"Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes" (Lucas 1,52).

Jesús ascendió al cielo; María fue asunta en el cielo; aquellos que viven para Jesús serán llevados al cielo.

Las leyes de la gravedad, la muerte y el pecado dan la impresión de dominan nuestras vidas. Sin embargo, esto no es el fin. "Esta doctrina es digna de fe: Si hemos muerto con Él, viviremos con Él" (2Ti. 2,11). "Porque a la señal dada por la voz del Arcángel y al toque de la trompeta de Dios, el mismo Señor descenderá del cielo. Entonces, primero resucitarán los que murieron en Cristo. Después nosotros, los que aún vivamos, los que quedemos, seremos llevados con ellos al cielo, sobre las nubes, al encuentro de Cristo, y así permaneceremos con el Señor para siempre"(1Tes 4,16-17).

En la duda y la incredulidad de nuestra cultura de humanismo secular, muchas personas dudan que el Señor realmente va a desafiar la gravedad sacándonos del planeta tierra para llevarnos al cielo.

María es una señal segura de esperanza. Lo que el Señor ha hecho por María, la Madre de la Iglesia, lo hará por nosotros, los miembros de Su Iglesia. Hay esperanza, una esperanza grande y gloriosa. No importa cómo parezcamos si ligados a la tierra, si ligados al pecado y si ligados a la muerte, al dar nuestras vidas a Jesús podremos volar lejos. No solamente como el águila (Is 40,31) sino también como María. En Jesús, "venceremos un día". María lo ha demostrado. ¡Cree! ¡Espera! ¡Vuela!

Oración:  Padre, dame "un nacimiento en la esperanza" (1Pe 1,3).

Promesa:  " En efecto, así como todos mueren en Adán, así también todos revivirán en Cristo, cada uno según el orden que le corresponde: Cristo, el primero de todos, luego, aquellos que estén unidos a Él en el momento de su venida" (1Cor 15,22-23).

Alabanza:  ¡Alaba a Jesús, hijo de María, Quien reina en el Cielo con su Madre para siempre!

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 5 de mayo de 2013

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