< <  

Lunes, 22 de julio de 2013

  > >

santa María Magdalena


Cantar de los Cantares 3:1-4
ó 2Corintios 5:14-17
Salmos 63:2-6, 8-9
Juan 20:1-2, 11-18

Ver Lecturas en Inglés
Reflexiones Similares

"dios es amor" (1 jn 4:16)

"Dime dónde lo has puesto y yo iré a buscarlo" (Juan 20:15).

"Hemos conocido el amor que Dios nos tiene" (1Jn 4:16), pero no es cualquier tipo de amor. Él es "amor /ágape". Ágape es la palabra griega que aparece en las Escrituras que significa amor incondicional. Dios nos ama a cada uno perfectamente e infinitamente. Ama Judas y Hitler tanto como ama a María, la madre de Dios. Él nos ama a pesar de que hemos ayudado a crucificar a su hijo por nuestros pecados. Él nos ama aún si no correspondemos a su amor. Dios nos ama incluso si decidimos no amarlo, incluso si decidimos odiarle y estar apartarnos de Él para siempre.

María Magdalena amaba a Jesús con amor incondicional. Pidió llevar el cuerpo muerto de Jesús (Jn 20:15). Ella quería abrazar su cuerpo, aunque el no podía sentir, ni oír, ni hablar con ella. Tocar el cuerpo de Jesús le daría dolor extremo, y aun así quería hacerlo. Ella amaba incondicionalmente a Jesús.

¿Amas tu a Jesús cuando Él te parece estar muerto? ¿Amarías a Jesús si Él no respondiera a ninguna de tus oraciones? (Cfr. Hab 3:17-18) ¿Lo amarías sin haberlo jamás sentido? ¿Lo amarías si Él permitiera que todos tus hijos se murieran en un solo día? (Cfr. Job 1:19-21). ¿Morirías tú por amor de él (Cfr. Dn 3:18) aunque te haya dejado sufrir enfermedad y dolor terrible? (Cfr. Job 2:7).

"Dios es amor" (1 Jn 4:8); recíbelo y ámalo con ese mismo amor incondicional. Santa María Magdalena, ruega por nosotros.

Oración:  Padre, Haz en mi lo que tome para que yo te ame incondicionalmente.

Promesa:  "El amor de Cristo nos impulsa a los que hemos llegado a la convicción de que, ya que Uno murió por todos, todos murieron. Murió por todos, para que quienes viven puedan vivir ya no para sí mismos, sino para él quien para sus bienes murió y fue levantado a los cielos" (2Cor 5:14-15).

Alabanza:  Santa María Magdalena, una vez poseída por siete demonios (Lc 8:2), libremente entregó a quien la liberó.

Referencia:  (Esta enseñanza fue presentada por un miembro de nuestro equipo editorial).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 1 de marzo de 2013

El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.