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Viernes, 22 de junio de 2018

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san Paulino de Nola
san Juan Fisher
santo Tomás Moro


2 Reyes 11:1-4, 9-18, 20
Salmos 132:11-14, 17-18
Mateo 6:19-23

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cómo derribar al tirano

"Atalía, la madre de Ocozías, al ver que había muerto su hijo, empezó a exterminar a todo el linaje real" (2 Reyes 11:1).

Atalía, la reina madre, masacró al resto de la familia real para poder tomar cargo del reino de Judá. Siete años más tarde, fue destronada y asesinada. Esta victoria de la justicia se alcanzó por la gracia de Dios por medio de cuatro personas o grupos de personas:

  1. Josebá arriesgó su vida para rescatarle a un bebé, su sobrino, Joás, el rey legítimo (2 Re 11:2).
  2. Otros arriesgaron sus vidas diariamente durante siete años al cuidarle a Joás en secreto (2 Re 11:3-4).
  3. Iehoiadá, el sacerdote, arriesgó su vida al liderar un golpe de estado (2 Re 11:4).
  4. Los capitanes de la guardia del templo arriesgaron sus vidas al jurar su apoyo a Iehoiadá en el golpe (2 Re 11:4).

El reino malvado de Atalía fue detenido por una mujer valiente, muchos actos de valor a lo largo de siete años, el liderazgo sacerdotal y la fidelidad de los capitanes en su entrega a Iehoiadá. Conquistamos al mal por la gracia de Dios, expresado en el valor, el liderazgo y la fidelidad.

Es eso lo que necesitamos para detener a las Atalía de nuestra época, como Planificación Familiar, tales como las pandillas, los terroristas, los comunistas, los carteles de la droga y los humanistas seculares. Podemos detener las peores maldades si estamos dispuestos a entregar nuestras vidas y hacer sacrificios.

Mira a Jesús crucificado y victorioso. Actúa para detener la maldad.

Oración:  Padre, que me pueda dar cuenta de que mi principal enemigo es Satanás (Ef 6:12). Que luche como corresponde (ver 2 Co 10:4).

Promesa:  "Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón" (Mt 6:21).

Alabanza:  Tanto san Paulino como su esposa entraron en la vida religiosa cuando se murió su hijo.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 28 de diciembre de 2017.

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