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Martes, 17 de mayo de 2016

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Santiago 4:1-10
Salmos 55:7-11, 23
Marcos 9:30-37

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irritado por las clasificaciones

"El que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos" (Marcos 9:35).

¡Clasificaciones! ¡Índices de audiencia! ¡Sondeos de opinión! ¡Encuestas! ¡Posiciones! Nuestra cultura prospera en estas medidas. Constantemente discutimos sobre quién es el más importante (Mc 9:34). Tenemos encuestas de aprobación política, encuestas de opinión, programas de entrevistas, rangos deportivos, jugadores más valiosos, las clasificaciones Nielsen de programas de televisión, compañías de Fortune 500 y hasta programas de televisión que clasifican quiénes son dignos de "sobrevivir" otra semana a costa de eliminar a alguien. Sin embargo, nuestra cultura moderna no es la primera que se obsesiona por las clasificaciones. Los apóstoles cayeron, varias veces, en esta trampa de rivalidad. Es una parte de nuestra naturaleza humana en decadencia (Stg 4:5). ¡Si continuamos viviendo según los estándares competitivos del mundo, nos destruiremos o al menos nos estaremos "mordiendo y devorando mutuamente"! (ver Gal 5:15) Necesitamos una nueva naturaleza para escapar de esta trampa.

En nuestro Bautismo, Jesús nos da una nueva naturaleza que nos lleva a Su reino. El reino de Jesús no es como los de este mundo; vivir bajo el reino de Jesús es todo lo contrario (Stg 4:4). Nunca debemos hacer "nada por espíritu de discordia o de vanidad" (Fil 2:3). Jesús nos advierte: "Entre ustedes no debe suceder así" (Mt 20:26). Jesús moldea a personas diversas en partes complementarias (1 Co 12:12ss), no en personas rivales. Debemos tener "la misma manera de pensar" y no ser rivales (ver 1 Co 1:10). "Que la humildad los lleve a estimar a los otros como superiores a ustedes mismos" (Fil 2:3).

Oración:  Padre, "todo me parece una desventaja comparado con el inapreciable conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor" (Fil 3:8). Dame el pensamiento de Cristo (1 Co 2:16).

Promesa:  "Confía tu suerte al Señor, y él te sostendrá: nunca permitirá que el justo perezca" (Sal 55:23).

Alabanza:  José aceptó a Jesús como su Señor y a sí mismo como Su sirviente.

Referencia:  (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 21 de enero de 2016.

El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.