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Lunes, 26 de marzo de 2018

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Semana Santa


Isaías 42:1-7
Salmos 27:1-3, 13-14
Juan 12:1-11

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Reflexiones Similares

muriendo destruiste nuestra muerte

"Muchos judíos se apartaban de ellos y creían en Jesús a causa de él (Lázaro)" (Juan 12:11).

La muerte de Jesús salvó a Lázaro de la muerte. Una vez que Jesús fue asesinado por la crucifixión, ya no era necesario que los principales sacerdotes también mataran a Lázaro (ver Jn 12:10). Entonces Jesús murió en lugar de Lázaro.

La muerte de Jesús salvó a Barrabás de su muerte. Cuando Jesús fue condenado a muerte, Barrabás fue puesto en libertad (Mt 27:20ss). Jesús murió en lugar de Barrabás.

Sin embargo, nosotros no podemos permitir que Cristo muera en nuestro lugar, más bien, podemos participar activamente en Su muerte mediante la respuesta a Su sacrificio con nuestra entrega personal. Jesús nos amó tanto que libremente eligió sufrir y morir para que pudiéramos ser libres (Rom 6:4). Una vez que Jesús murió, no hay necesidad de que suframos las consecuencias eternas de nuestros pecados.

Acepta la muerte de Jesús para tu propia salvación. Cree en Su poder salvador. Cree que Jesús te amó tanto que ha expiado por cada pecado que hayas cometido. Cree en la misericordia de Dios, que Él nunca se cansa de perdonarte, y que Él desea mucho que seas puesto en libertad y pases la eternidad con Él en el cielo.

Oración:  Jesús, que Tu muerte nunca sea en vano para mí (Gal 2:21). Te ofrezco mi corazón amoroso. Úsame como quieras.

Promesa:  "Yo, el Señor, te llamé en la justicia, te sostuve de la mano, te formé y te destiné a ser la alianza del pueblo, la luz de las naciones" (Is 42:6).

Alabanza:  Cuando se le pregunta por qué nunca volvió a casarse, Sally proclama a Jesús como su Esposo. Ella cita esta Escritura como el nuevo llamamiento de Dios para su vida: "No te acordarás del oprobio de tu viudez. Porque tu esposo es Aquel que te hizo: su nombre es Señor de los ejércitos" (Is 54:4-5).

Referencia:  (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 29 de noviembre de 2017.

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