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Jueves, 14 de febrero de 2019

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Miércoles de ceniza
san Cirilo y san Metodio


Génesis 2:18-25
Salmos 128:1-5
Marcos 7:24-30

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Reflexiones Similares

la realidad de la extensiva actividad demoníaca

"Ella regresó a su casa y encontró a la niña acostada en la cama y liberada del demonio" (Marcos 7:30).

Nuestra sociedad humanista secular quiere pretender que no hay demonios, o, si los hay, no muchos de ellos están activos a nuestro alrededor. Empero, el Papa san Juan Pablo II ha declarado que nosotros en el mundo occidental vivimos en una cultura de muerte. Esto implica que Satanás, el príncipe de la muerte (Heb 2:14), probablemente mantiene a sus huestes de demonios muy activos en nuestra sociedad, ciudad, vecindario, iglesia y familia. Hoy en día, puede ser aún más apropiado decir que "nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio" (Ef 6:12).

Cuando admitimos el grado de actividad demoníaca que nos rodea, estamos en contacto con la realidad y, por lo tanto, tenemos la posibilidad de aplicar la victoria total de Jesús sobre el diablo en la realidad de nuestra vida cotidiana. Jesús ya ha destruido las obras del diablo (1 Jn 3:8). Él está entronizado a la diestra de Dios Padre "donde espera que Sus enemigos sean puestos debajo de sus pies" (Heb 10:13). Podemos derribar toda fortaleza, engaños y pretensiones soberbias del maligno (2 Co 10:4-5) simplemente siguiendo las instrucciones del Señor. Cuando hemos decidido obedecer al Señor por completo, en toda área de la vida, (2 Co 10:6), el Señor "aplastará muy pronto a Satanás, dándoles la victoria sobre él" (Rom 16:20).

Los demonios nos rodean, pero el Señor los pondrá bajo nuestro control cuando aceptemos la voluntad de Dios sobre nosotros.

Oración:  Padre, ponme en contacto con la realidad, especialmente los efectos del misterio pascual de Jesús.

Promesa:  "Por eso el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos llegan a ser una sola carne" (Gn 2:24).

Alabanza:  San Metodio continuó su misión en la nación de Moravia después de la muerte de su hermano san Cirilo.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 16 de julio de 2018

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