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Viernes, 7 de octubre de 2016

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Nuestra Señora del Rosario


Gálatas 3:7-14
Salmos 111:1-6
Lucas 11:15-26

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haz nada, conserva nada

"Y al final, ese hombre se encuentra peor que al principio" (Lucas 11:26).

El hombre de la parábola de hoy fue librado de los malos espíritus, pero luego no hizo nada más. Él fue como un blanco fácil para Satanás y acabó en peor estado que antes (Lc 11:26). Él fue como un jardinero que saca las malas hierbas de su jardín, pero luego no siembra ningún cultivo. Naturalmente, las malas hierbas crecerán de nuevo.

Jesús nos enseña que es bueno limpiar la casa espiritualmente, pero es de suma importancia seguir adelante y crecer en la fe. No podemos permanecer inactivos en el reino espiritual, o de lo contrario, estaremos en peor estado que nunca. Un soldado al frente en el campo de batalla sabe que no puede tomar un mes de descanso para tomarlo con calma. Si lo hace, el enemigo pronto se dará cuenta de que no tiene resistencia. Pronto el soldado será vencido sin piedad por el enemigo (ver Lc 11:22). Es por eso que Jesús dice, refiriéndose a una guerra espiritual: "el que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama" (Lc 11:23).

¡Arrepiéntete! Deja que Jesús limpie tu alma. Luego pelea la buena pelea de la fe creciendo "en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo" (2 Pe 3:18; 2 Tim 4:7). En vez de contentarse con lo vacío, deja que Jesús te dé la vida al máximo (Jn 10:10). Llena tu mente con la Palabra de Dios; llena tu boca con la Eucaristía, el pan de Vida (Jn 6:35). Luego, llena el mundo con tus enseñanzas según Dios (Hch 5:28) y tus alabanzas a Dios.

Oración:  Jesús, incluso un niño sabe que un carro no llega a ningún lado si el tanque de gas está vacío. Que yo nunca me contente con lo vacío, sino que siempre busque ser "colmado por la plenitud" que Tú tienes para mí (Ef 3:19).

Promesa:  "Cristo nos libró de esta maldición de la Ley, haciéndose él mismo maldición por nosotros" (Gal 3:13).

Alabanza:  Tanto rosarios como misiles fueron la munición que apuntaba a la antigua Unión Soviética. Por la gracia de Dios, solo los rosarios fueron disparados. Nuestra Señora del Rosario, ruega por nosotros.

Referencia:  (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 28 de junio de 2016.

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