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Miércoles, 3 de septiembre de 2014

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Papa san Gregorio Magno


1 Corintios 3:1-9
Salmos 33:12-15, 20-21
Lucas 4:38-44

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comiendo del menú para niños

"Por mi parte, no pude hablarles como a hombres espirituales, sino como a hombres carnales, como a quienes todavía son niños en Cristo" (1 Corintios 3:1).

Demasiados cristianos son "niños en Cristo," hombres y mujeres "de carne" (1Co 3:1). Existe abundante evidencia que condena: cuatro mil abortos quirúrgicos a diario en USA, y probablemente aún más abortos químicos diariamente. Los cristianos no pueden detener el aborto, ni pueden remover la pornografía en las horas de mayor audiencia en televisión, ni reducir el abuso de la droga, ni conseguir que los gobiernos definan el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer. Los soldados cristianos no pueden dispersar el reino de la oscuridad. ¿Son estos resultados dignos del ejército de Cristo, el Rey de reyes?

"Aunque ya es tiempo de que sean maestros, ustedes necesitan que se les enseñen nuevamente los rudimentos de la Palabra de Dios: han vuelto a tener necesidad de leche, en lugar de comida sólida. Ahora bien, el que se alimenta de leche no puede entender la doctrina de la justicia, porque no es más que un niño" (Heb 5:12-13). "Los alimenté con leche y no con alimento sólido, porque aún no podían tolerarlo, como tampoco ahora, ya que siguen siendo carnales" (1Co 3:2-3). Arrepiéntete de cualquier papel que hayas jugado en atrofiar el crecimiento del Cuerpo de Cristo.

Permanece en la Palabra de Dios (Jn 8:31). Permite que ésta te dé la capacidad de digerir la carne de Dios, para hacer que "crezcamos plenamente unidos a Cristo. Él es la cabeza" (Ef 4:15). Si muchos no fuéramos niños espirituales, obedeceríamos a Dios, nos levantaríamos y rápidamente aplastaríamos a Satanás bajo nuestros pies (Rom 16:20). Nuestra nación podría ser una nación santa en Dios (1Pe 2:9).

Oración:  Señor, que pueda hacer de Tu Palabra mi hogar (Jn 8:31). Haz que yo y muchos en nuestra nación, seamos capaces de comer la carne de la enseñanza avanzada (1Co 3:2; Heb 5:12-14). Que nuestra nación escoja la santidad.

Promesa:  "¡Feliz la nación cuyo Dios es el Señor!" (Sal 33:12).

Alabanza:  El Papa san Gregorio fue un monje por quince años antes de ser llamado al papado. Demostró ser digno de confianza al poner en orden la Iglesia en tiempos caóticos.

Referencia:  (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 23 de abril de 2014

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