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Martes, 30 de julio de 2013

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San Pedro Crisólogo


Éxodo 33-11; 34:5-9, 28
Salmo 103:6-13
Mateo 13:36-43

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Reflexiones Similares

intimidad divina

"Toda persona que deseaba consultar con el Señor iba a la Carpa del Encuentro." — Éxodo 33:7

Moisés erguía la Carpa del Encuentro. Aquí Moisés se reunía con el Señor y presentaba las preocupaciones de su pueblo. "El Señor solía hablar con Moisés cara a cara, como lo haría un hombre a otro" (Ex 33:11). Muchos cristianos envidian a Moisés. Quisieran tener una carpa donde se pudieran encontrar con el Señor y hablar con él cara a cara.

Sin embargo, tenemos algo mucho mejor que una carpa del encuentro. Nosotros podemos comunicarnos con Dios en donde sea, no sólo en un lugar fijo, ni sólo en hora citada. Es más, tenemos comunicación con Dios mejor que el cara a cara: Dios se hizo hombre y por la fe podemos vivir en Jesús y él en nosotros (Jn 6:56, 17:23). Más cerca que esto no existe. Por ser Todopoderoso, Jesús puede estar simultáneamente dentro y fuera de nuestro ser. Hasta podemos recibir el cuerpo y sangre de Jesús en la Sagrada Comunión.

Moisés jamás hubiera imaginado, ni en sueños, el amor personal e íntimo que podemos tener ahora con el Señor. En lugar de nosotros envidiar a Moisés, es él quien debe envidiarnos a nosotros porque somos templos de la Trinidad inmanente (Jn 14:23; 1 Cor 6:19). Muchos dudan de la posibilidad de lograr esta increíble oportunidad de intimidad, amor y comunicación con Dios. Razonan: "Si tenemos esta oportunidad, ¿por qué no estamos en la más profunda comunión con el Señor?" A causa del pecado y del egoísmo, no hemos aprovechado nuestras oportunidades para crecer en amor del Señor. Debemos arrepentirnos y empezar hoy mismo a acercarnos aún más al Señor.

Oración:  Jesús, permíteme no sólo ir a la comunión, sino estar en comunión contigo.

Promesa:  "los Santos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. Que todo el mundo haga caso a lo que se oye!" — Mt 13:43

Alabanza:  El método principal de S. Pedro en sus enseñanzas fue el sermón corto, que rápidamente penetra el corazón, sin fatigarlo. Más de 1.500 de sus sermones aún sobreviven hoy en día.

Referencia:  (Esta enseñanza fue preparada por un miembro de nuestro equipo editorial)

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 1 de marzo de 2013

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