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Miércoles, 24 de junio de 2015

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Nacimiento de san Juan el Bautista


Isaías 49:1-6
Hechos 13:22-26
Salmos 139:1-3, 13-15
Lucas 1:57-66, 80

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Reflexiones Similares

trabajando desde el vientre

"Desde el vientre de mi madre pronunció mi nombre" (Isaías 49:1).

Ciertas celebraciones litúrgicas han tomado un nuevo significado en nuestra "cultura de la muerte". Por ejemplo, la fiesta de los Santos Inocentes es más prominente que nunca. También, las fiestas de la Anunciación, la Visitación, la Inmaculada Concepción, y el aniversario de san Juan el Bautista han añadido importancia a estos días. Estas fiestas muestran que el Señor está haciendo grandes obras en, y a través de nuestras vidas, desde el momento de ser concebidos y continuando a lo largo de los nueve meses en el vientre de nuestra madre. Mientras estaba en el vientre de su madre, Juan recibió el Espíritu Santo (Lc 1:15) y fue fundamental protagonista, para que su madre Isabel recibiera el Espíritu y profetizara (Lc 1:41-42). Entonces el Señor obró por medio de Juan e Isabel, al inspirar a María a profetizar y aclamar la grandeza del Señor (Lc 1:41-46).

El Señor está haciendo grandes obras en y a través de niños recientemente concebidos, y antes de nacer. El salmista proclama: "Tú creaste mis entrañas, me plasmaste en el seno de mi madre: te doy gracias porque fui formado de manera tan admirable. ¡Qué maravillosas son tus obras!" (Sal 139:13-14). Respeta la vida no sólo en su comienzo, sino deja también que estos niños pequeños sean usados por el Señor para transformar tu vida.

Oración:  Padre, usa a los más jóvenes y más viejos para que me guíen al arrepentimiento.

Promesa:  "El niño iba creciendo y se fortalecía en su espíritu" (Lc 1:80).

Alabanza:  Dios ungió el nacimiento de san Juan tan poderosamente que "en toda la región montañosa de Judea" el relato de su nacimiento "produjo una gran impresión entre la gente de los alrededores, y se lo comentaba" (Lc 1:65).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 10 de febrero de 2015

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