alejándonos de nuestra meta
"Pero temo que, así como la serpiente, con su astucia, sedujo a Eva, también ustedes se dejen corromper interiormente, apartándose de la sinceridad debida a Cristo" (2 Corintios 11:3).
La mayoría de los católicos norteamericanos registrados en una parroquia no cumplen con la obligación de asistir a misa todos los domingos y días santos. Además, ¿cuántos de ellos cumplen con los lineamientos que Pablo enunció? Pablo temía que la iglesia de Corinto "casta y virgen" se "apartara de la sinceridad debida a Cristo" (2 Co 11:2, 3). Si amamos a Cristo menos que antes, nos estamos alejando de nuestro amor anterior. Si lo amamos menos de lo que lo amábamos en un principio, hemos perdido nuestro primer amor (Ap 2:4). Somos indiferentes y repugnantes para el Señor (Ap 3:16).
Si nos "estamos alejando" de alguna manera, corremos peligro. Una relación donde el amor está disminuyendo, está en problemas. Si amamos al Señor menos, no lo estamos amando con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerza (Mt 22:37). De este modo, no estamos obedeciendo el primero de todos los mandamientos y la base de la Ley y de los profetas (Mt 22:40).
Debemos de arrepentirnos, renovar nuestra alianza bautismal, ir a confesión y regresar inmediatamente a nuestra "sinceridad debida a Cristo" (2 Co 11:3).
Oración: Padre, Tu eres Amor (1 Jn 4:8, 16). No permitas que disminuya mi amor por Ti y permite que continúe amándote más por siempre.
Promesa: "Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre" (Mt 6:9).
Alabanza: San Paulino cambió su vida cuando murieron su esposa y único hijo y se ordenó como sacerdote a la edad de treinta y nueve.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 3 de marzo de 2017.
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