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Jueves, 8 de mayo de 2014

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Hechos 8:26-4
Salmos 66:8-9,16-17, 20
Juan 6:44-51

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el desierto de resurrección

"Levántate y ve hacia el sur, por el camino que baja de Jerusalén a Gaza: es un camino desierto" (Hechos 8:26).

Acabamos de pasar cuarenta días ayunando en el desierto cuaresmal, imitando el ayuno de Jesús en el desierto (Mt 4:1-2). Jesús ha resucitado, y celebramos la Pascua de Resurrección, con cincuenta días de celebración y regocijo. Sin embargo, al igual que Felipe, algunos de ustedes podrían verse en el desierto después del Domingo de Resurrección (Hch 8:26). Es posible que hayas perdido a un ser querido (Hch 8:02), sufrido persecución por tu fe Pascual (Hch 8:03), o simplemente hayas vuelto a tu vida normal después de la espiritualidad de la Resurrección (Hch 8:27).

Si te encuentras en el desierto de Resurrección, tú no estás solo. Otros, como el eunuco etíope (Hch 8:27), también están en el desierto de la Resurrección. En este desierto se puede encontrar:

  • Hambre espiritual (Hch 8:31),

  • El agua refrescante que aparece en el momento justo, incluso en medio de los áridos alrededores (Hch 8:36),

  • La precisa y potente guía del Espíritu (Hch 8:29),

  • Las semillas de evangelización internacional (Hch 8:27, 39),

  • Conversión (Hch 8:38), y

  • Regocijo (Hch 8:39).

Si todavía te encuentras en el desierto, no pidas tanto en ser sacado de él; sino más bien en encontrar los "oídos abiertos a la obediencia" (Sal 40:7, ver también Is 50:4). Tu vacío y penar podría ser exactamente lo que el Espíritu utiliza para traer la alegría de la Resurrección al mundo. Después que el propósito del Señor se ha completado, el Espíritu puede llevarte rápidamente del desierto al refrigerio que necesitas (ver Hch 8:39-40).

Oración:  Padre, úsame para difundir tu palabra a todo el mundo.

Promesa:  "El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo" (Jn 6:51).

Alabanza:  Cintia ayuda a distribuir Un pan, Un cuerpo, ayudando con las órdenes que llegan por correo. Esta es su manera de vivir el mandamiento de Jesús de predicar el Evangelio por todos los rincones de la tierra (Mt 28:19-20).

Referencia:  (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 18 de diciembre de 2013

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