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Viernes, 30 de octubre de 2015

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Romanos 9:1-5
Salmos 147:12-15, 19-20
Lucas 14:1-6

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amor doloroso

"Digo la verdad en Cristo" (Romanos 9:1).

San Pablo describió sus sufrimientos como sigue: "... mucho más por las veces que estuve prisionero, muchísimos más por los golpes que recibí. Con frecuencia estuve al borde de la muerte, cinco veces fui azotado por los judíos con los treinta y nueve golpes, tres veces fui flagelado, una vez fui apedreado, tres veces naufragué y pasé un día y una noche en medio del mar. En mis innumerables viajes, pasé peligros de asaltantes, peligros de parte de mis compatriotas" (2 Co 11:23-26). Pablo sufrió mucho, y gran parte de esto se debió al odio y la persecución que sufrió por parte de su propio pueblo. Sin embargo, Pablo tenía un profundo amor por el pueblo judío. Incluso llegó a decir: "Yo mismo desearía ser maldito, separado de Cristo, en favor de mis hermanos, los de mi propia raza. Ellos son israelitas" (Rom 9:3-4).

Cuando tus enemigos tratan de hacerte pasar por el infierno en la tierra, ¿los amas? ¿Los amas tanto que harías cualquier cosa por ellos, incluso, ser condenado por ellos, si esto ocurriese? Jesús, Pablo y los cristianos han tenido esta gracia maravillosa de amar a sus enemigos. El Señor nos da esta gracia, porque Él no puede mandarnos a amar a nuestros enemigos sin darnos el poder para hacer esto (Mt 5:44).

"Esto probara que" somos hijas e hijas de nuestro "Padre que está en el cielo, porque Él hace salir el sol sobre malos y buenos, y hace caer la lluvia sobre justos e injustos" (Mt 5:45). Sólo el Señor y su familia tratan a sus enemigos mejor que lo que tratan a sus amigos. Sólo el Señor y su familia aman a todos incondicionalmente. Sé como Dios. Recibe un milagro de amor. Ama profundamente a los que te han herido terriblemente y que continúan haciéndolo.

Oración:  Padre, quiero ser como Tú. Que yo pueda brillar ante mis enemigos y bendecirlos abundantemente.

Promesa:  "Pero ellos guardaron silencio. Entonces Jesús tomó la mano al enfermo, lo curó y lo despidió" (Lc 14:4).

Alabanza:  Al ser maltratado por otra familia en su parroquia, Brooke tomó la decisión de orar por ellos aun más que antes.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 15 de junio de 2015.

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